Productos repletos de azúcares e hidratos de carbonos, productos con numerosos conservantes, comida precocinada, etc., las tendencias alimenticias de los últimos años han dado lugar a una sociedad poco acostumbrada a las verduras y las frutas, enganchada a productos como bollos, dulces, exceso de bebidas hipercalóricas, y platos preparados que no aportan las vitaminas y nutrientes necesarios para que nuestra salud de mantenga en perfecto estado.
Estos malos hábitos alimenticios han provocado en la sociedad actual un aumento considerable del peso medio en general así como mayor número de personas que incluso llegan a sufrir de anemias y otros problemas (o enfermedades) por la falta de vitaminas, o bien poseen unas defensas mucho más disminuidas de lo normal. Comer sano, tener una alimentación adecuada, es indispensable para lograr no sólo el buen funcionamiento de nuestro organismo en todos los sentidos, sino evitar subir de peso de forma progresiva y alarmante, lo cual puede acarrearnos graves problemas para la salud.
La comida saludable en general, haciendo especial hincapié en las frutas y verduras, son productos que no pueden faltar en nuestra dieta diaria para lograr cubrir todas las necesidades de nuestro cuerpo, las necesidades básicas de nuestro organismo, unas necesidades que no logramos cubrir si comemos alimentos de mala calidad, alimentos no saludables, con demasiados azucares, con exceso de conservantes, alimentos precocinados que llevan preparados infinidad de días y que no aportan ningún tipo de beneficio al cuerpo.
Esta tendencia alimenticia, provocada por el constante ir y venir de la sociedad y la falta de tiempo para meterse a la cocina y preparar un nutritivo plato, ha generado una sociedad cada vez más enferma, una sociedad cada vez con más peso, una sociedad con unas pésimas costumbres alimenticias. ¿Dónde han quedado las verduras? ¿Dónde han quedado aquellos platos de cuchara y las ensaladas? ¿Dónde ha quedado la fruta para la merienda? Comamos sano, nuestro cuerpo lo agradecerá.